Abundia

Diosa Abundia, una gran desconocida que aparece en tu vida cuando la necesitas y te pregunta si puede satisfacer alguno de tus deseos.

Solo aparece cuando estás preparado(a) para el cambio.

La forma de sentir a Abundia cerca de tí es a través de tus pensamientos y sentimientos, vas a empezar a notar que cambian, que empiezas a vivir sin miedo, sin límites en lo material, sin creencias limitantes, y a partir de este cambio tus resultados empiezan a cambiar.

Abundia, su nombre significa abundancia, fortuna y prosperidad.

También conocida como Sra Fortuna, es representada con el color dorado y el oro.

También es considerada la protectora de los ahorros, las inversiones y la riqueza material.

Ella nos ayuda a salir de la conciencia de pobreza, de la escasez y entrar en un lugar de aceptación, paz y alegría.

Es conocida por algunas personas como un ángel de la abundancia y por otras como una diosa de la prosperidad y de la buena fortuna, siendo muy milagrosa en ambos casos.

En la mitología romana, Abundia era quien traía el dinero, la buena fortuna y proveía de cereales a las personas en sus hogares mientras dormían, dejando caer sus regalos al agitar la cornucopia que siempre lleva consigo.

Se la invoca para la prosperidad, provisión, para precipitar todo aquello que queramos pedir y, por supuesto, como su nombre lo indica, para atraer abundancia a nuestras vidas, todo lo próspero y fértil.

Especialmente los días viernes, aunque la podemos invocar todos los días.

Para las peticiones a Abundia podemos ayudarnos de las velas amarillas dedicadas a ella, los baños y los perfumes.

Es recomendado colocarla en la entrada de un hogar o negocio, así como en la zona de la prosperidad y la abundancia de nuestro hogar ubicada en el lado SurEste.

También podemos ponerle un altar y colocarle ofrendas (monedas, pirita, velas doradas, bismuto, cuerno de la abundancia, billetes de la más alta denominación.)

Nunca se la debe poner en el suelo.


ORACIÓN dedicada a Abundia:
Abundia tráenos toda tu Abundancia, caudales de tus Riquezas, Serenidad para obtenerlas y Amor divino para crecerlas.

Tráenos la fe de tu Riqueza, Tú, gran Abundia, danos Riqueza de Pensamiento, de Sentimiento, Palabra y de Acción.
Tráenos, Señora, tus frutas frescas, verduras, y tu dulzura.
Tráenos, tu prosperidad, el oro bendito, tus piedras preciosas, rubíes y zafiros.

Abre las arcas, saca tu cuerno de la abundancia y abre la llave del manantial, chorros caudales danos y báñanos, sobre todo con el amor supremo de Dios, con el fervor de la oración, con tanta fe, seguridad y prosperidad que provienen de las Manos de Dios.